viernes, 31 de enero de 2014

Hans Christian Andersen, autor de "La sirenita" o "El patito feo", en Málaga

    La estatua de Hans Christian Andersen en la Plaza de la Marina, Málaga.


Durante el siglo XIX como consecuencia del movimiento romántico, surge interés por viajar a lugares exóticos y muchos escritores visitan España. Descubriendo en Andalucía, una sociedad pintoresca con personajes arquetipos como el gitano, el torero o el bandolero en un escenario natural extraordinario:  mar, montaña, río, tierra rica en frutas, hortalizas, vino... con vestigios de un pasado histórico (alcazabas, castillos...) que transportan a otros tiempos. 

-WASHINGTON IRVING: CUENTOS DE LA ALHAMBRA
-GEORGE BORROW: LA BIBLIA EN ESPAÑA
-THÉOPHILE GAUTIER: ANDALUCIA Y CORDOBA-SEVILLA
-AUGUSTUS HARE:  WANDERINGS IN SPAIN
-BENJAMIN DISRAELI: EL JOVEN DUQUE Y HENRIETTA TEMPLE
-PROSPERO MÉRIMÉE: CARMEN
-HANS CHRISTIAN ANDERSEN: UN VIAJE POR ESPAÑA

El 4 de septiembre de 1862, Hans Christian Andersen vino a España (Odense, Dinamarca, 2 de abril de 1805 – Copenhague, Dinamarca, 4 de agosto de 1875), escritor y poeta danés, famoso por sus cuentos para niños, entre ellos El patito feo o La sirenita. A sus cincuenta y ocho años, era uno de los escritores más populares de Europa. Dieciocho años antes, sus obras completas se habían traducido a los principales idiomas. En Londres hizo amistad con Charles Dickens, que duraría toda la vida. "Haga usted lo que haga, no deje nunca de escribir -le recomendó Dickens en una carta-, porque no podemos permitirnos el lujo de perdernos uno solo de sus pensamientos; son demasiado puros y bellos como para dejarlos encerrados dentro de su cabeza".

La experiencia de su visita a Málaga

En su obra: Un viaje por España  dice que Málaga tiene un propio modo de vivir, la naturaleza, el mar abierto; todo cuanto para él era vital e imprescindible lo encontró aquí; y algo todavía más importante: gente amable: "La mesa rebosaba manjares, fuentes de carne de todas clases, pescado cocido y pescado frito".

Y en su diario anota: "En ninguna otra ciudad española he llegado a sentirme tan dichoso y tan a gusto como en Málaga.  ¡Aquí quiero que me entierren en caso de que muera en España!, exclamé; pero el cónsul contestó acertadamente: escriba antes sobre este hermoso país, no deseo yo ser el que le entierre aquí".

3 comentarios: