domingo, 23 de abril de 2017

Dora Carrington: el amor imposible que inspiró a Gerald Brenan


Dora Carrington (1893-1932) fue una pintora británica. Carrington era la hija de un comerciante de Liverpool y consideraba que su familia era muy sofocante, especialmente su madre, quien no la dejaba expresarse libremente. Dora encontró su válvula de escape, en el mundo del arte, por ello estudió en Londres en la Slade School of Art. Aunque no destacó, entró en contacto con artistas, intelectuales y bohemios, quienes descubrieron en ella una fuente de inspiración. Carrington era una mujer inusual para su época por sus ideas, inquietudes y estilo de vida moderno. Dora quedó subyugada por el biógrafo Lytton Strachey, eminente miembro del Círculo de Bloomsbury (su nombre procede del barrio de Londres donde se reunían). Este grupo estaba formado por una élite de intelectuales británicos. Su ideología era  liberal ilustrada,  humanista y  atea. Estaba  basada en el pacifismo y el amor libre. Sin embargo, en ese tiempo, la Ley de Delitos Sexuales (1885) era muy estricta en el Reino Unido (no fue aprobada la despenalización de las prácticas homosexuales solo en privado hasta 1967). Y tras la condena de Oscar Wilde, los homosexuales británicos optaron por guardar las apariencias en público. Muchos abandonaron su tierra y eligieron otros países más tolerantes con la libertad sexual.


Brenan conoció a Dora Carrington, y cayó bajo su embrujo. Sus relaciones sentimentales fueron más platónicas que físicas, ya que Dora abierta a otros amores, en contadas ocasiones correspondía a sus requerimientos y lo rechazaba, porque lo consideraba una amenaza para su libertad. Esta pasión amorosa imposible produjo mucho sufrimiento a Brenan, el cual aumentó cuando la pintora se casó con su mejor amigo, Ralph Partridge con la aprobación de Lytton Strachey. Los tres se fueron a vivir juntos. Brenan era invitado a unirse a la comunidad de vez en cuando, pero el hispanista con un carácter pasional chocaba con un grupo dominado por la racionalidad y el utilitarismo de su líder. Dora, años más tarde, sería abandonada por Ralph y se suicidaría en 1932 tras la muerte de Lytton. Ralph, a pesar de sus diferencias, sería amigo de Brenan hasta el final de su vida. Aunque Brenan no pudo olvidar fácilmente a Dora, y en sus diarios y obras habla de esta dolorosa relación que marca su producción literaria, y Carrington se convierte en la musa inasequible a la que canta el poeta desdeñado. 

Sin embargo, Brenan no piensa en la muerte, sino en su futuro, y desarrolla su propio círculo que tendrá su sede en España. Aunque no queda clara  su posición ante la sexualidad, él tuvo solo una hija con una asistenta de Yegen: Juliana (1930) y se fue a vivir con la poetisa americana  Gamel Woolsey, con quien adopta a Helen Miranda (quien nunca conoció a su madre biológica). El autor no tiene inconveniente en hacer referencia a otras aventuras sentimentales de la pareja que encajan con la filosofía abierta de los intelectuales con quienes ellos se vinculaban. 


Fuentes

Brenan, G. (1974):  Personal Record 1920-1972. London: Jonathan Cape.
Brenan, G. (2012):  Diarios sobre Dora Carrington. C. Pránger (Ed.). Málaga: Confluencias.
Gretchen Holbrook, G. (1989). Carrington: A Life. New York: W.W. Norton & Co..
Hill, J. (1994). The Art of Dora Carrington. London: The Herbert Press Ltd.
Haycock, D. B. (2009). A Crisis of Brilliance: Five Young British Artists and the Great War. London: Old Street Publishing. 

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