El centro de la fiesta es una cruz, de diferentes tamaños y constitución, que se adorna, en la calle o en el interior de una casa (patio), con flores, plantas, objetos diversos (pañuelos, colchas, cuadros, candelabros, etc.).
A su alrededor se practican bailes típicos, se realizan juegos y se cantan coplas. Las más famosas son las de Córdoba y Granada pero Málaga luce estos días engalanada con más de un centenar de cruces de mayo que se reparten por todos los barrios en altares acondicionados para la ocasión por las asociaciones vecinales y entidades culturales de la ciudad. Distritos como Carretera de Cádiz, Cruz del Humilladero, Ciudad Jardín o Bailén-Miraflores celebran su tradicional ruta de la cruz, donde los colectivos sociales optan al primer premio de un concurso sobre el arte floral, mientras que en El Palo se dejan ver cruces marineras acordes con su tradición carmelita. Además pueblos como: Alhaurín, Casarabonela, Marbella, Nerja y Frigiliana participan y dan muestra de su experiencia en esta tradicional celebración.
La fiesta de la Cruz de Mayo tiene sus antecedentes en una celebración precristiana conocida como Festividad de los Mayos (o Palo de Mayo, del inglés maypole), en la que se conmemoraba la primavera. En especial, se festejaba adornando un árbol o tronco (tótem) con adornos o flores. Con la llegada del cristianismo, esta fiesta fue adaptada a la nueva fe, reemplazándose el tótem por la cruz cristiana. En algunos países se mantienen en forma paralela las festividades de la Cruz de Mayo y del Palo de Mayo.
La tradición cristiana celebra el hallazgo por Santa Elena de la Cruz donde murió Cristo. Este relato aparece en el siglo X: en el sexto año de su reinado, el emperador Constantino se enfrenta contra los bárbaros a orillas del Danubio. Se considera imposible la victoria a causa de la magnitud del ejército enemigo. Una noche Constantino tiene una visión: en el cielo vio una brillante Cruz y encima de ella unas palabras, In hoc signo vincis ("Con esta señal vencerás"). El emperador hizo construir una Cruz y la puso al frente de su ejército, que venció sin dificultad. De vuelta a la ciudad, se hizo bautizar en la religión cristiana y mandó edificar iglesias. Constantino, el primer Emperador cristiano que trajo el fin de las persecuciones contra los cristianos y por su conversión, finalmente la paz en todo el Imperio bajo su mando. De la paz romana impuesta por la espada, se paso a la paz cristiana ofrecida mediante la cruz. Constantino en agradecimiento a Jesucristo prohibió emplear en adelante la Cruz como instrumento de suplicio y de acuerdo con el Papa y los obispos, hizo que se tributara a la Cruz culto público.
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